Los xhitas de jilotepec.

En una de las primeras visitas que hice a Jilotepec me comentaron sobre esta

 fiesta, la Xhita; se pronuncia "schita", con ch suave, así como en los nombres mayas se usa la X, solo que en este caso es en lengua otomí. Es el modo de

 celebrar el Carnaval en esa región, por más que me comentaban no

 entendía la magnitud de la fiesta y fue ahora, recientemente que estaba tranquilamente

 en la casa de un amigo de Jilotepec cuando se oyeron unos extraños ruidos, se notaba que una multitud se aproximaba y salimos a la calle, la sorpresa fue grande.

El atuendo Xhita es por demás extraño, la peluca es lo que sobresale de todo y es,

 por así decirlo, el punto focal del traje, le llaman "greñero", está hecho de rabos de res, algunos conservan su color original otros están teñidos de azul o morado.

 El vestido es igual raro, parecen capas, parecen faldas. Algunos personajes

 son de apariencia femenina, pero no son mujeres, son hombres vestidos de mujer, como el que ahora vemos en la foto. Creo esta es una reminiscencia de

 la idea de dualidad que reinó en toda Mesoamérica.

Algunos personajes son grotescos, pero no es la idea de crear un Carnaval,

 así como tenemos la idea con el de Mazatlán o Veracruz en donde los disfraces

 son solo para llamar la atención, en este caso los atavíos que llevan van mostrando personajes cuyos roles están perfectamente establecidos ya que al grupo lo

 encabeza el Xhita viejo...

Cuando oí esto del viejo, de inmediato recordé aquella celebración

 del Jueves de Corpus que en Temascalcingo, también en el estado de

 México, se realiza; de hecho se le denomina el Corpu Viejo, y si vemos 

lo que se festeja en Puebla y Tlaxcala durante el Carnaval, encontramos otra vez el concepto con los Huehues, de lo viejo y de la necesidad de la renovación.

El próximo martes, 21 de febrero, 2012, será el Martes de Carnaval, y aquí

 en Jilotepec se cuentan 40 días antes para iniciar el festejo, el cua

l aparece esporádicamente en la calle para ir haciendo colectas y mantener 

viva la celebración, la que estamos viendo fue la víspera, 3 semanas antes en el barrio de La Merced y Xhitas que aparecieron allí son del Pueblo de Xhisda.

Todo esto que vemos ocurrió un domingo, eran casi las seis de la tarde cuando

 oí por el rumbo del centro algunos cuetes, pensé que esos eran los que anunciaban la aparición de los Xhitas y hacia allá me dirigí, de pronto el tránsito de vehículos

 estaba detenido, un numeroso contingente lo detenía mientras unos

 jugaban espantando a los niños, y todos seguían una marcha rumbo a un callejón cercano a La Merced.

Llegó el punto en que solo los "greñeros" se veían y lo más raro aun era el sonido que iban produciendo con esas cornetas largas de plástico que, según me contaron, pretenden reproducir el mugido de la res. Originalmente el sonido se hacía con un cuerno de toro, luego se cambió por un acocote, ese que se usa para sacar el aguamiel de los magueyes y ahora son de plástico, pero el sonido es tan particular y son tantos los Xhitas que llevan esa corneta que el ruido que producen es abrumador, en verdad que generan una atmósfera de temor y solemnidad a la vez.

Había de todas las edades, bien sabemos que estas tradiciones se van heredando

 de padres a hijos y serán ellos quienes mantengan la festividad y la vayan adaptando a la época, lo digo porque ahora ya se ve el uso de máscaras de hule, pero 

los greñeros son la parte que los hacen únicos.

Dentro del greñero van insertados un par de cuernos, de toro también y, 

según el estudio que de ello hizo la Dra. Brambila, esto tiene mucho que ver con la introducción del ganado mayor a la Nueva España en el que el toro tuvo un

 papel importantísimo al ser usado en las yuntas y facilitar así la preparación de los terrenos de cultivo.

Hay un personaje importantísimo que es el que vemos ahora en la izquierda, 

se le llama La Madama, en buena medida es quien va dirigiendo, junto con los toreadores y caporales a todo el contingente, los segundos usan una larga reata

, la cual van sonando de vez en cuando... esto me remite a otra festividad, la que en el rumbo de Silao, Guanajuato, se desarrolla con El Torito, pero eso lo veremos más adelante.

Aquí vemos al grupo de Xhitas cruzando el puente del río que atraviesa a 

Jilotepec y que pasa junto a las huertas que los franciscanos crearon 

cuando llegaron a la región a evangelizar al pueblo Otomí del señorío de Jilotepec.

Y como toda celebración indígena, es una fusión sintética de ideas religiosas, entre las antiguas festividades de los mexicanos originales y los tintes que se fueron agregando con las tradiciones Católicas.

El objetivo de esta marcha era llegar a una casa de ese barrio en el centro de Jilotepec en donde serían recibidos, por delante entró la imagen que era transportada desde el pueblo de Xhisda para ser colocada en el pequeño altar que para esa visita se colocó en la entrada de la casa, luego se hizo el ceremonial, todo se volvió silencio y solemnidad; de rodillas comenzaron a entonar rezos cantados el cual lo decía primero el Xhita viejo y todos los Xhitas jóvenes lo repetían, vendría luego el rezo de un rosario corto.

Seguirían luego las peticiones por los muertos de la casa que estaban recibiendo a la imagen y, concluido esto vino un momento de reposo durante el cual se ofrecieron tamales, atole, café y dulces; los tamales, por cierto, estaban bastante buenos... luego de reposar los Xhitas regresarían a su lugar de origen, siempre en el ordenado desorden creado a lo largo del camino.

Si este tipo de celebraciones te interesan, tienes una gran oportunidad a partir de este fin de semana, y la gran celebración será el Martes de Carnaval, en el estadio municipal, en donde se congregarán todos los pueblos que mantienen viva la tradición, es algo que tienes que ver para creer. Te dejo varias fotos más...